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Jineteros y Santeros – Gente de Cuba

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Jineteros y Santeros, quizás sea de Cuba lo que menos esperaba. El motivo de escribir esta entrada es sobre todo para adelantar a los futuros viajeros que visitan la isla, la peculiaridad de su gente. Para nada criticaré una forma de vivir y mucho menos una religión. Simplemente nos pareció muy curioso y quería escribirlo.

Santeros

Pasaban nuestros días en la Habana mezclándonos con su gente. Probablemente nos cruzamos con cientos de personas totalmente vestidas de blanco pero pasaron desapercibidas ante nuestros ojos ignorantes.

Un día la señora de nuestra casa particular nos contó que a su marido le iban a «coronar santo» el año que viene. Como somos bastante curiosos, le preguntamos que quería decir con «coronarse santo».

Resulta que aunque la religión mayoritaria en Cuba es la Católica, casi la mayoría de los practicantes la compaginan con la santería.

Esta religión politeísta que venera a los Orishas fue traída de África durante la época de la esclavitud. Así como las tradiciones y gastronomía africana dejó huella en la isla, los esclavos mantuvieron su religión y fue derivando mezclándose con el catolicismo, la religión que por aquel entonces imponían los colonizadores españoles.

Si ves a un hombre o mujer en Cuba vistiendo íntegramente de blanco probablemente sea porque le hayan coronado santo. Coronarse santo es un acto por el cual la persona se inicia en la santería. Es como la primera comunión de los católicos. Sin embargo no existe una edad para este ritual de iniciación. El individuo decide cuando está preparado.

Durante un año tras coronarse santo la persona debe vestir completamente de blanco, incluyendo complementos. Además debe raparse el pelo, ya sea mujer u hombre y llevar siempre la cabeza cubierta.

Desde entonces cada vez que vemos a alguien vestido de blanco completamente sabemos la razón. Lo curioso es que después también hemos visto santeros fuera de Cuba. Probablemente antes también nos cruzábamos con ellos pero no nos dábamos cuenta.

Jineteros

Nos advirtieron de que tuviéramos cuidado con la picaresca cubana, pero hasta que no estuvimos allí no fuimos conscientes de lo fácil que es ser timados. Con el afán de tratar de prevenir a futuros viajeros he preparado algunas anécdotas que nos ocurrieron durante el viaje. Sin embargo dudo de la utilidad de dichas notas, ya que por mucho que os contemos, iréis y caeréis seguro en alguna trampa de los Jineteros.

¿Pero que es esto de los Jineteros?

No se si me definición será acertada pero según lo que entendí después de dos semanas en la isla, los Jineteros son aquellas personas que intentan ganar dinero y vivir de estafar, timar o rascar comisiones por hacerte comprar en algún sitio con el cual tiene un acuerdo.

Entendemos que la situación económica es horrible. Que la mayoría de familias apenas llegan bien a final de mes. Por eso no lo juzgo. Yo en esa situación haría lo mismo exactamente. Pero sin duda si un amigo va a Cuba le advertiré de estos pequeños timos, para que si los Jineteros intentan embaucarle, no lo consigan. Así que aquí, amigos, os dejamos nuestras experiencias.

LA MAQUINA DE ESCRIBIR Del che guevara

Eramos vírgenes en esto de sobrevivir a la Habana. No hacía ni 10 minutos que habíamos salido a recorrer por primera vez la ciudad. Un matrimonio de cubanos muy simpáticos nos alcanzó el paso. Querían saber de donde éramos y por supuesto desde cuándo estábamos allí.

Inocentes dijimos que acabábamos de llegar y los ojos le hicieron chiribitas. El mejor negocio de un Jinetero es un turista recién aterrizado.

Nos preguntaron si ya habíamos ido a un restaurante donde había una máquina de escribir de Che Guevara. Dijimos que no y se ofrecieron a acompañarnos. Dani, que para estas cosas es más inocente que yo, accedió a ir y yo convencida de que algo raro se traía el matrimonie entre manos, les seguí a los tres.

El restaurante era un pequeño local con una máquina de escribir que podría ser del Che o de cualquiera. El matrimonio nos dijo que nos sentáramos en una mesa y nos tomáramos algo. A mi no me apetecía y se pusieron un poco pesados. Dani finalmente sospechó que el matrimonio quería algo más que ser simpáticos con nosotros y nos fuimos. Aunque la pareja insistió en que no nos fuéramos y consumiéramos algo en aquel bar.

El campeón olímpico de Boxeo

Esta anécdota es mi favorita sobre todo porque me enteré hace un mes escaso que también nos habían intentado timar aquí, casi un año después de nuestro viaje a Cuba.

Resulta que en el post de la Habana inicialmente contábamos que habíamos conocido Rogelio Marcelo, campeón de oro en boxeo en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.

Publicamos también el siguiente vídeo:

Diez minutos después de publicarlo me escribieron para decirme que ese señor no era Rogelio Marcelo, sino un Jinetero que se hacía pasar por él para así convencer a los turistas de que fueran a un restaurante y así conseguir llevarse una comisión.

Efectivamente el falso Rogelio nos recomendó un restaurante al que finalmente no fuimos.

El mojito más caro de Cuba

Esta anécdota la contamos anteriormente en el post de la Habana.

Mientras visitábamos el callejón de Hamel un chico muy simpático se ofreció a enseñárnoslo. Le dijimos que no hacía falta ya que viajábamos de mochileros, sin mucho dinero, por lo que no podíamos darle propina. El hombre insistió en enseñárnoslo porque quería que conociéramos su cultura, así que pensamos que simplemente sería una persona agradable.

Al final de la visita nos preguntó que si queríamos un mojito en el bar del mismo callejón. Dani cayó en la trampa aceptando. Sin ni siquiera preguntar si le invitábamos pidió dos mojitos, uno para él y otro para Dani. Cual fue nuestra sorpresa cuando el camarero nos cobró 7 CUC por mojito, algo así como el triple de lo que suelen cobrar en Cuba por un mojito.

Esta vez también había un acuerdo entre el restaurante y el Jinetero, para cobrar más a los turistas traídos por él y así llevarse una comisión.

El pasajero es mio

En esta historia he de reconocer que pasé miedo. Ocurrió en Trinidad. Fuimos a preguntar a la estación de autobuses si había buses directos a Viñales y nos dijeron que no. A la salida un cubano nos preguntó que a donde queríamos ir y nos dijo que el podía intentar montar un taxi compartido que fuera a Viñales.

Nos preguntó también la dirección de nuestra casa particular. Resulta que en ese preciso momento no teníamos la dirección de nuestra casa particular a mano así que le dijimos más o menos donde vivíamos. El hombre nos dijo que si conseguía montar un coche compartido vendría a la casa a decírnoslo.

A la vuelta a nuestra casa se lo contamos a la casera y nos dijo que ella nos montaría un taxi compartido por el mismo precio que nos había dicho el hombre, 30 CUC.

El otro hombre no se pasó por casa hasta la misma mañana que nos queríamos ir a Viñales. Entonces empezó una fuerte discusión entre el taxista y los caseros de nuestra casa, porque los dos querían llevarse la comisión que iban a ganar si montábamos en el taxi recomendados por ellos. Se insultaron y no llegaron a las manos de milagro… Creo que esta experiencia nos ayudó a entender un poco mejor el funcionamiento del dinero negro que se mueve en Cuba.

Cuando yo pensaba que la mujer de mi casa me estaba haciendo un favor buscando un taxi realmente lo que estaba era trabajando, ya que cualquier recomendación que te hagan, ya sea otra casa particular, un taxista, un restaurante, nuestra experiencia dice que es para llevarse una comisión por lo que tu gastes.

El taxista de viñales que no se sabía las calles de su propio pueblo

Al llegar a Viñales le enseñamos al taxista la dirección de la casa particular que nos habían recomendado en Trinidad. Aunque no habíamos pagado nada de antemano, ya habíamos negociado un muy buen precio.

El hombre, residente de Viñales, nos dijo que no sabía exactamente dónde estaba la calle, que iba a preguntar. En ese momento se encontró «casualmente» con su mujer a la cual le pidió que le explicara dónde encontrar la calle.

La mujer al mirar la dirección respondió:

– ¿Casas particulares allí? Si eso está a las afueras del Viñales ¿Qué turista va a querer hospedarse allí?

Y el taxista nos dijo que sabía de una casa particular vacía en la avenida principal y que podría llevarnos a verla.

Como ya teníamos un máster en picaresca cubana le dijimos que nos llevara a la casa particular que ya teníamos apalabrada. Finalmente resultó que estaba a 5 minutos andando de la plaza principal de Viñales y que todo el teatro que hizo con su mujer fue por intentar llevarnos a otra casa particular donde cobraría una comisión.

El agua embotellada más barata de todo Cuba

Nuestra señora de la casa particular de Viñales, la cual no recomiendo para nada, nos dijo que vendía el agua más barata que en cualquier otro sitio de Viñales. Cada día nos vendía una botella de litro y medio por un 1 CUC, mientras en los otros sitios cobran 2 CUC.

No le dimos importancia; pero un día, con la botella sobre la mesa, vimos algo moviéndose dentro. No era un bicho ni nada, simplemente no era agua embotellada. Sospechábamos que la habría rellenado del grifo.

Al día siguiente volvió a intentar vendernos una botella y ahí comprobamos que el cierre de seguridad que llevan las botellas estaba abierto. Desde luego nos estaba vendiendo agua del grifo. Al decírselo me contestó que si, que las rellenaba pero de garrafas de 5 litros. Sinceramente no queremos saber de dónde sacaba las botellas vacías. Se que nos las esterilizaba porque seguían teniendo la etiqueta exterior de las botellas nuevas. Evidentemente no volvimos a comprarle agua.

Lo peor es que esta señora ya sabía el problema que había tenido en Trinidad cuando tuve que usar el seguro de viajes en Cuba y aún así no tuvo ningún reparo en estafarnos. Aquí te dejo una comparativa de los mejores seguros de viaje del mercado.

Conclusiones

Y con esto termino este post donde por una parte os hemos contado lo que aprendimos de la santería en Cuba, esta religión que por lo menos para nosotros era una gran desconocida y por otro os hemos contado diferentes anécdotas que nos ocurrieron tratando con Jineteros.

Ambos temas son parte intrínseca de la cultura cubana y pese a que los Jineteros terminaron por ser una pesadilla de la que solo nos libramos en el avión de vuelta en Cuba, son algo con lo que debes lidiar al visitar este país.

Nunca en mi vida me ha pasado volver de un viaje saturada, pero los Jineteros lo consiguieron.

Amo Cuba, amo su naturaleza y sus paisajes. Quizás me cerré a su gente más que en otros lugares por el miedo a ser timada constantemente. Sin embargo, superada la barrera del miedo, también conocí gente auténtica y buena de corazón. Gente que daba sin esperar nada a cambio.

Espero que algún día no muy lejano, cuando la situación económica mejore, estos cubanos que se intentan aprovechar puedan ver en los extranjeros una manera de enriquecerse de otras culturas; no considerando a los extranjeros como meros «Dolares con Patas» a los que sacar hasta el último centavo. Estoy segura de que será así.

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JEFA DE AVENTURAS, TRAVEL GURÚ Y PLANIFICADORA SUPREMA EN CAPTURE THE ATLAS

¡Hola! Soy Ascen, y estoy aquí para ayudarte a preparar la aventura más épica de tu vida. Aunque nací en el sur de España, en Almería, resido en Las Vegas, aunque en cualquier caso dudo que me encuentres aquí, ya que estoy siempre en movimiento. Me dedico a viajar por todo el mundo capturando los paisajes más increíbles con mi cámara y escribiendo súper guías de viaje con consejos prácticos que harán que planificar tus próximas vacaciones sea pan comido. Puedes saber más sobre mí aquí.

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2 replies on “Jineteros y Santeros – Gente de Cuba

  1. Rocío says:

    Vaya lo siento mucho, a nosotras nos quisieron meter alguna pero como ya íbamos en sobre aviso no le hacíamos ni caso a los pesados de la calle…Y desde el principio fuimos con la idea de idea algún acto de santería y el último día oímos tambores y nos apuntamos.la gente fue muy amable al ver que nos interesábamos y nos dejó pasar. Lo que funciona siempre es igual documentarse bien antes de iniciar el viaje. Por ejemplo si te miras e incluso compras los billetes a Viñales luego no podrán decirte que no hay buses. Saludos

    • atlasdeunaamazona says:

      Pues cuanto me alegro Rocío. La verdad que si vas de nuevas caes seguro! Que bueno que os pudierais unir a un acto de santería. Nosotros mientras estábamos en Trinidad nos pasó algo parecido. Oímos tambores y al acercarnos a la ventana de la casa de donde venían tenían una gran fiesta montada. La pena que no preguntáramos si podíamos unirnos ya que se veían super felices festejando. Así que sin ningún disimulo nos quedamos un rato mirando por la ventana jejeje. Un abrazo.

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