En esta ruta por Ragusa, Módica, Ávola y Noto, la Sicilia sudoriental, os contaremos los dos días que pasamos descubriendo la Sicilia profunda, la auténtica; la que no se puede conocer de otra manera que viviendo con sicilianos durante 48h.
Tuvimos la suerte de que unos amigos nos invitaron a pasar dos días con ellos y así conoceríamos un poco más la cultura de la isla. Ellos vivían el Giarratana, un pueblo que podía ser perfectamente cualquier pueblito de esos que tenemos en España.
Nada más pisar su casa el olor a Sicilia nos inundó. Nos recibieron con increíble comida casera Siciliana, cipollas (cebollas) al horno por las que es famosa Giarratana. Sus dulces cebollas del tamaño de un melón pequeño. Y un increíble tiramisú casero que ha sido el mejor que hemos probado.
Nada más terminar de comer comenzó nuestra ruta por Sicilia Sudoriental, una de las zonas más bonitas que visitar en Sicilia.
qué ver en Sicilia Sudoriental
Nuestro itinerario de dos días por Sicilia Sudoriental incluyeró las ciudades barrocas de Ragusa, Módica y Noto. Además disfrutamos del pueblo costero de Ávola y del Cavagrande del Cassibile.
Así fue la distribución:
- Comida en Giarratana (donde nos hospedaron nuestros amigos sicilianos)
- Tarde en Ragusa
- Tarde en Módica
- Cena en Palazzolo Acreide
- Mañana en Cavagrande del Cassibile
- Tarde en Ávola
- Noche en Noto
Ragusa
Es imposible hablar de Ragusa sin contar la catástrofe que asoló la ciudad. En 1693 un terremoto de magnitud 7.4 derrumbó prácticamente por completo cada edificación y acabó con la vida de casi 10.000 personas. Este terremoto no solo afectó a Ragusa, sino a todos los pueblos de Sicilia Sudoriental. Incluso está documentado que el movimiento provocó un maremoto que afecto a las Islas Eolas (Stromboli) y que no hizo otra cosa que empeorar la catástrofe.
Las calles de Ragusa te cuentan su historia. La ciudad encaramada a una colina está divida en la que se sitúa sobre la Ragusa derribada por el desastre, Ragusa Ibla, y la que se formó más arriba de la colina como nuevo comienzo, la nueva Ragusa.
Durante la tarde que pasamos allí solo nos dio tiempo a pasear por Ragusa Ibla, el casco histórico.
Primero visitamos el Duomo di San Giorgio y después tomamos Granite en una terraza con vistas a la colina.
Por último y como broche final a nuestra rápida visita a Ragusa encontramos una tienda de productos locales artesanales, en la propia plaza de la catedral. El nombre es Paniere di Sicilia. Vayáis con intenciones de comprar o no, os recomiendo que entréis al establecimiento.
Además de que nos dejaron probar todo, la calidad es inmejorable y la señora que la atiende es muy atenta.
Sin duda lo mejor de todo lo que nos llevamos fue un pesto de pistacho que estaba buenísimo.
Módica
Nuestra siguiente parada fue Módica. Fue una visita rápida pero imperdible para mí, adicta al chocolate. Y es que Módica es un referente en la industria del Cacao. El tipo de chocolate que aquí se produce es mediante elaboración en frío, la misma receta que usaban los Aztecas. Aunque el sabor puede ser parecido a cualquier buen chocolate la textura es muy distinta.
Durante la elaboración de este cacao no se funde la masa por lo que finalmente queda una textura granulosa. Lo mejor es que vayáis a probarlo a la Antica Dolceria Bonajuto, la fábrica de chocolate más antigua de Sicilia, desde 1880. La decoración es preciosa y lo mejor, dejan probar todo tipo de sabores; con sal, guindilla, pistacho, negro 100%, etc.
Tras la degustación paseamos por Módica. Como pasó con Ragusa, el terremoto de 1693 destruyó la ciudad. Prácticamente todos los edificios que se alzan son posteriores a esa fecha. Por ejemplo lo vimos con el Duomo di San Pietro, cuya construcción se inició 4 años tras el terremoto, mostrando por ello el aspecto barroco de todas las ciudades que fueron reconstruidas entonces.
Durante nuestro paseo escuchamos ópera saliendo de un patio por lo que la seguimos. Sin saber muy bien cómo llegamos hasta allí nos encontrábamos en una exposición de pintura. La Soprano que animaba las obras no era otra que la vecina del piso de arriba. Ella, sin saberlo, daba vida a la galería que se iba llenando de personas atrapadas en su canto.
Y es que Sicilia no dejó de sorprendernos ni un solo día. En el momento más inesperado, como en un patio de un edificio desconchado puedes encontrar magia.
Palazzolo Acreide
Para finalizar nuestro primer día con nuestros amigos sicilianos, fuimos a cenar a un pueblo muy cercano a Giarratana, Palazzolo Acreide.
Cenamos en una terraza de una pastelería tradicional, Pasticceria Caprice que comenzó conquistándonos con sus arancini hasta rematar con su insuperable Cannoli Gelato.
Riserva Naturale Orientata Cavagrande del Cassibile
A la mañana siguiente nos levantamos temprano. Teníamos muchísimas ganas del plan que nuestros amigos nos habían preparado: visitar la Riserva Naturale Orientata Cavagrande del Cassibile.
Se trata de un cañón por cuya galería trascurre el cauce de un río de aguas turquesas que en verano se llena de locales con la intención de refrecarse. El sendero no tiene pérdida siendo todo cuesta abajo. En media hora ya estábamos en el río. Sin embargo conocían tan bien la zona, que consiguieron llevarnos a un trozo del río donde estuvimos solos toda la mañana.
El entorno era alucinante. Frescas y cristalinas aguas enmarcadas por frondosos árboles bajo las faldas de las montañas.
Nos lo pasamos como niños, saltando de una poza a otra.
Creo que fue el único día del viaje que descansamos realmente. Tras un bocadillo de Mozzarela, tomate y albahaca, con sabor a Sicilia, preparado por nuestros amigos, nos tumbamos bajos unos árboles. Después de tantos días de viaje necesitábamos un momento así. Tras despertar nos dimos un último baño y volvimos a subir el cañón para poner rumbo a Ávola.
Ávola
Ávola es un pueblo costero que se encuentra en Sicilia Sudoriental. Su playa más bonita, la Spiaggia Del Gelsomineto es además la orilla de la desembocadura del río que discurre por la Riserva Naturale Orientata Cavagrande del Cassibile; el mismo río donde nos habíamos bañado horas antes. A pesar de ser las últimas horas de la tarde la playa estaba a rebosar.
Y es que sus aguas muy poco profundas y su arena fina las hacen el lugar perfecto para pasar el día en familia. No es un sitio muy visitado por turistas, sin embargo todos los pueblos de Sicilia Sudoriental se acercan a esta playa en los meses de calor para disfrutar de sus cristalinas aguas.
Ávola, además, es conocida por su vino, el Nero d’Avola. Sin embargo lo que me gustó no fue el vino sino la alternativa de Dolcemente Piccante. El Arancino al Nero d’Avola.
Si te gustan los Arancini te prometo que éste te encantará. El sabor del vino mezclado con el arroz y la ricota fue el mayor descubrimiento gastronómico de este viaje. Y os prometo que es difícil decantarse por una de las delicias que degustamos, porque en Sicilia todo está espectacular.
Aquí además probamos el Chinotto, una bebida de cola fabricada en Sicilia desde 1920. A mí el sabor no me gustó demasiado, supongo por estar más acostumbrada a la Coca Cola. Pero me gustó mucho conocer esta bebida y saber que hay otros productores a parte del gigante rojo.
Noto
Nos faltaba una última parada para cerrar los dos días que pasamos recorriendo Sicilia Sudoriental.
Noto, el jardín de piedra o la Joya del Barroco Siciliano, como también se le conoce. No se si será tan bonita de día como de noche, pero bajo las luces de las farolas el nombre se le queda pequeño. Noto supura esplendor por cada una de las fachadas. Quizás la historia os suene. Al igual que Ragusa y Módica (prácticamente todas las ciudades de Sicilia Sudoriental lo sufrieron), Noto se vio destruida por el terremoto de 1693.
En esta ocasión no visitamos la parte antigua sino la nueva, la renacida. En ella los arquitectos pusieron todo su empeño en ensalzar la ciudad según la estética de la época. Consiguieron así llevar a Noto a la cúspide en cuanto al barroco se refiere. Y es que Noto es el mejor ejemplo de Barroco Siciliano, y por ende Italiano, del mundo.
No soy una experta en la materia pero gracias a la ayuda de nuestros amigos logramos identificar las líneas cóncavas que hacen tan peculiar el barroco Siciliano.
Cada detalle de las fachadas está sumamente cuidado. La propia ciudad es en sí es un museo, donde el único precio es mantener los ojos tan abiertos como se pueda para no perder detalle.
Durante las noches de verano la ciudad vibra. Multitud de visitantes se encuentran en las escalinatas de la Cattedrale di Noto, centro neurálgico de la ciudad.
Sin embargo las calles menos frecuentadas también están impecables y se muestran entregadas al deleite de los viandantes.
Sicilia Barroca con Locales
Después de haber leído este artículo, entenderás que para nosotros, la ruta de dos días que hicimos por la Sicilia Sudoriental fue la mejor parte del viaje. Quizá no visitáramos tantos monumentos conocidos, o vieramos tantos puntos de interés turístico, pero viajar acompañado por locales que se preocupen por enseñarte su cultura es algo que no tiene precio.
Os invito a que intentéis hacer amigos allí donde vayáis, ya sea en las ciudades barrocas de Sicilia, o en cualquier parte del mundo.
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